Esta imagen corresponde a una de las cuantas que se han hecho
sobre el conflicto de Israel y Gaza. En concreto, esta foto ha sido extraída de
la edición digital de El País del día 21 de noviembre.
En ella podemos ver cómo un hombre herido es trasladado en
brazos por otros dos en medio de un escenario dantesco, rodeado además de
personal con cámaras profesionales, que probablemente estuvieron ahí cubriendo
las noticias cuando fueron sorprendidos por un bombardeo en Gaza. Esta foto forma
parte de una fotogalería que como titular principal tiene: “Lo que está
ocurriendo en Gaza son crímenes de Guerra”.
En primer lugar, respecto al contenido denotativo de esta
imagen y más en concreto, al encuadre, es preciso detallar que el fotógrafo nos
muestra la realidad de manera que encontramos en un primer plano al
protagonista/s de la misma siendo el hombre herido y los que lo auxilian, en un
segundo plano están los personajes secundarios que en este caso debían ser los
periodistas que cubrían la noticia y en un tercero encontramos el paisaje
retratado, varios edificios casi derruidos a consecuencia de los bombardeos. En
lo referente al ángulo utilizado, el plano sería frontal, aunque podemos observar
que la foto nos sitúa en un ángulo inferior. Así mismo, este ángulo da un toque
de profundidad a la fotografía, al ser tomada desde frente y desde abajo, nos
da la oportunidad de ver no sólo a los protagonistas humanos, sino también los
edificios y el cielo.
Respecto a la iluminación de la imagen, podemos observar que
es un plano bastante luminoso, el cual no requiere ningún tipo de iluminación artificial
porque la instantánea fue tomada en horas de luz. La iluminación, así mismo, da
una sensación de frialdad, tensión, angustia. En el esqueleto de la imagen
destacan distintas figuras: el hombre herido en primer lugar, los que lo ayudan
en segundo y los periodistas en tercero. La composición de la imagen da una sensación
de verticalidad ya que todas las figuras se encuentran en esa posición. De esta
manera, es el hombre herido el que acapara la atención de la fotografía, es el
protagonista.
Por otro lado, respecto al contenido connotativo, es difícil
olvidar lo que ha ocurrido entre Israel y Gaza. Es imposible no sentirse
conmovido, aterrorizado, triste… al ver este tipo de imágenes, al ver lo que el
hombre es capaz de hacer. El conflicto árabe-israelí continúa en el tiempo, lo
que quiere decir que desgraciadamente seguiremos viendo imágenes como esta, es
por tanto, que con rotundidad puede afirmarse que esta es la cara más oscura
del periodismo, la cara que nos muestra inevitablemente hasta dónde somos
capaces de llegar, a replantearnos ¿dónde está el límite…?
Irene Cuesta Perdido
No hay comentarios:
Publicar un comentario