jueves, 13 de diciembre de 2012

La crisis del sistema educativo español


Después de varios años de prosperidad y progreso educativo, los diligentes del Estado nos brindan la posibilidad de asistir a una de las épocas más conflictivas de la enseñanza española. Los líderes políticos, en un intento de encontrar alguna medida eficaz que permita a España salir del declive,  han decidido llevar a cabo una política basada en la disminución del gasto público que tendrá como principal consecuencia la pérdida de calidad en la enseñanza pública.

 El año pasado asistimos a un curso que comenzó con la supresión  de la mayor parte de  becas y ayudas para estudiantes y continuó con una drástica disminución de los sueldos del profesorado. Ahora  pretenden sorprendernos con el propósito de  reducir  aún más los presupuestos de todas las consejerías de educación. A la cabeza de la lista de comunidades más perjudicadas se encuentran Madrid, Castilla-La mancha, Galicia y Navarra. En estos lugares, ya se prevén numerosas manifestaciones de los sindicatos de ámbito internacional. Además, ya son varios los directores de colegios e institutos  que amenazan con dimitir de su cargo si se llevan a cabo esas restrictivas medidas.

En Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal ha decidido elevar las horas lectivas con el objetivo de alcanzar un ahorro de 1.815 millones de euros. Esto sumado a la reducción de profesores y recursos y a la suspensión del pago de las vacaciones afectará a unos 3000 trabajadores. Galicia también se encuentra en alerta con una pérdida aproximada de unos 1000 interinos, mientras que en la Comunidad de Navarra se contratarán 250 profesores menos respecto al año pasado.

Durante el congreso organizado por el grupo ultraconservador Comunión y Liberación que tuvo lugar en Italia el verano pasado, Lucía Figar, Consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, nos sorprendía con unas declaraciones en las que  exponía de manera precisa las pretensiones del PP en dicha comunidad: Hemos elegido como opción principal mejorar el panorama de la educación en centros de gestión privada con fondos públicos".

Ante este panorama, los ciudadanos debemos ser conscientes de que los políticos no plantean estas medidas económicas con el único objetivo de reducir el déficit, sino que además asistimos a unos recortes que sólo  satisfacen los intereses de un colectivo en particular.

Madrid es una de las comunidades que más necesita invertir en educación debido al aumento de niños escolarizados en los últimos años, pero el dinero dedicado a la educación privada supera la media nacional. La capital de España se ha convertido en la comunidad que menos porcentaje de su PIB dedica al gasto público. La Expresidenta de La Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre trató de generalizar el modelo educativo al resto del país, lo que ahora supone una presencia cada vez mayor y más fuerte de la educación privada.

Día tras día, los políticos tratan de convencernos de que harán todo lo que esté en sus manos para ayudar a las familias más desfavorecidas, pero ahora no parecen estar dispuestos a poner toda la carne en el asador. La educación concertada supone un gasto de unos 800 euros más para las familias. Deducimos así que sólo los niños con cierto nivel socioeconómico podrán disfrutar de las ventajas que estos centros parecen ofrecer.

La jefa del área del Instituto de Formación del Profesorado, del Ministerio de Educación, Mar Jiménez, asegura que todos los recortes que se hagan en educación tendrán consecuencias negativas porque irán en detrimento de la calidad de la enseñanza que se imparte en las aulas. Otros expertos plantean que los cambios en el sistema educativo afectarán especialmente a los alumnos que precisen una atención especializada o necesiten algún tipo de apoyo escolar.

En este contexto, no cabe duda de que los recortes en la educación afectarán a los proyectos y actividades que los alumnos desarrollen en los colegios. Los profesores se verán obligados a abandonar su puesto de trabajo o a subsistir en unas condiciones precarias. Los docentes deberán incluso impartir materias para las que no estén bien preparados debido a las reducciones de personal que se van a llevar a cabo. Pero en esta lucha los principales afectados van a ser los estudiantes: los colegios públicos tan sólo acogerán a aquellos alumnos que tengan pocos recursos o que padezcan alguna enfermedad o trastorno del que los colegios privados no quieran hacerse cargo.





Sara Díez García

No hay comentarios:

Publicar un comentario